Con los DEA HeartSine, compactos y fáciles de usar, el personal de primera intervención dispone de una tecnología que permite salvar vidas, además de funciones de conectividad Wi-Fi integradas que garantizan la preparación de los DEA cuando más se necesitan.
La primera persona en atender a un paciente con paro cardiaco súbito podría ser un compañero de trabajo, un profesional sanitario o incluso un transeúnte. ¿Se ha asegurado de que dispondrán de acceso inmediato a la tecnología necesaria para salvar una vida?
Los DEA HeartSine samaritan PAD 350P son dispositivos conectados, intuitivos y rentables, de manejo extremadamente sencillo y preparados para que cualquier persona que pueda administrar una rápida intervención.
¿El DEA no está preparado? ¿Batería y electrodos caducados? LIFELINKcentral AED program manager supervisa todos los DEA HeartSine conectados a una red Wi-Fi y alerta de forma completamente automática sobre incidencias que puedan afectar a la preparación.
Esto permite reducir considerablemente los esfuerzos y gastos de la gestión del programa de DEA, ayudándole al mismo tiempo a incrementar la efectividad y preparación de los programas.
Las indicaciones visuales y auditivas fáciles de entender guían al responsable del rescate a través de todo el proceso de resucitación, incluida la RCP (eslabón clave en la cadena de supervivencia).
Funcionamiento sencillo y directo con solo dos botones.
Gracias a un tamaño más reducido y a un peso de tan solo 1,285 kg, este DEA compacto se adapta a las limitaciones de espacio de una oficina, un avión o un vehículo.
Tecnología SCOPE bifásica patentada, una forma de onda creciente y de baja energía que se ajusta automáticamente a la impedancia de cada paciente.
La categoría IP56 ofrece una de las máximas clasificaciones de la industria en cuanto a la protección frente a polvo y agua.
Los desfibriladores HeartSine se suministran con el práctico Pad-Pak, un cartucho integrado de batería y electrodos de un solo uso con fecha de caducidad, lo que simplifica el mantenimiento del DEA. Con una vida útil de cuatro años desde la fecha de fabricación, el Pad-Pak ofrece un ahorro importante, al eliminar la necesidad de sustituir por separado la batería y los electrodos.